
Una mirada chilena sobre América Latina
No nos ven
La conferencia inaugural de las XV Jornadas de Investigación estuvo a cargo del docente e investigador chileno Eduardo Devés-Valdés, quien ha tratado el pensamiento intelectual de las regiones periféricas en función de las ciencias económico-sociales. En el contexto sociocultural latinoamericano, las disciplinas sociales son clave, por lo que el profesor expuso once tesis en las que explicita una agenda para tener mayor incidencia a nivel mundial.
Devés-Valdés consideró que la circulación de las ideas latinoamericanas deben pasar por Estados Unidos y Europa para que sean legitimadas: “Se debe aceptar que el mundo no se reduce al 5 por ciento; el inmenso resto prácticamente no existe”. El profesor planteó que solo se buscan datos exóticos y sorprendentes de América Latina, por lo que “la propuesta de ampliarse al mundo resulta decisiva”.
“Las ciencias económicas de América del Sur han perdido protagonismo global”, afirmó Devés-Valdés, quien consideró que la región no produce discursos hegemónicos trascendentales a nivel global: “No estamos transmitiendo eficientemente nuestras ideas al mundo”. El docente habló de la necesaria justicia en la repartición del poder de la palabra, y sostuvo que al terminar las dictaduras disminuyeron los exilios y no volvieron a emerger figuras intelectuales productoras de un pensamiento maduro, con las cuales identificarse. “La estabilidad democrática ha tenido una contrapartida, nos ha privado de grandes exiliados”, comentó Devés-Valdés. Por otro lado, el investigador sostuvo que la profesionalización generó limitaciones en el vuelo del pensamiento porque las investigaciones latinoamericanas se sesgaron en problemas de Estado-nación, sin plantearse de modo regional o global.
A fin de una evaluación de la tarea intelectual, incitó a no estructurar los ideales, permitiendo así visualizar indicios de innovación, fidelidad a la trayectoria y abolición de las fronteras: las limitaciones globales no se restringen a la geografía por lo que no deberían impedir la apertura del pensamiento del sur, opinó. Además, existe interconexión y expansión inminente entre comunidades, razón por la que definió la dimensión psíquica o la dependencia afectiva “ejercida por un grupo con prestigio y jerarquía sobre otros que padecen inseguridad, miedo a la soledad, sentimiento de inferioridad y carencia de legitimidad”. Estas dependencias académicas y afectivas generan importantes errores de perspectiva, y ese círculo vicioso produce una mirada sobre la realidad que, si bien facilita la circulación de ideas desde Europa hacia nuestra región, nos hace simultáneamente creer que esas ideas son necesariamente correctas y adecuadas.
¿Cómo romper con la escasa imaginación e intelectualidad?
Devés-Valdés propone una intelectualidad latinoamericana más autónoma, pero a su vez consciente de una necesaria democratización de los conocimientos que considere a los provenientes de indígenas y afrodescendientes y los impulsen a la universalización. Según el investigador, esto significaría una “reivindicación de justicia, de nuestra cuota a nivel mundial como una forma de repartir el poder, avanzando a una mayor gentecracia global”.
Para alcanzar esos objetivos, el docente planteó el cumplimiento de una agenda que rompa con las tradicionales estructuras, para liberarse así de la exclusividad norteamericana y europea occidental. Algunas de estas menciones denotan la ampliación del canon de lecturas, apertura al mundo real, elaboración de programas de inserción de la cultura y del pensamiento de América Latina en el mundo, construcción del prestigio científico latinoamericano, fomento de becas de posgrado, estrechamiento de relaciones para cofinanciar viajes académicos que construyan una formación interdisciplinaria y una mayor resistencia a la dependencia intelectual, “poniéndonos en contacto con la sensibilidad de nuestros pueblos, a fin de generar generar mayor densidad identitaria”.
Sofía Sánchez y Valeria García Mallo
Un recorrido por un abanico de interrogantes. Una incesante curiosidad. Algo me mueve a querer descubrir. ¿Qué tengo en común con los demás? Nos vamos a morir ¿Te afecta eso? Esa noción de finitud, ¿es acaso una desilusión o un posible motor que disuelve ciertos miedos? La obra indaga acerca de la conciencia que el ser humano tiene de su propia finitud, y cómo esto puede afectar y relativizar las decisiones y lo considerado como “verdaderamente importante”. Pone sobre la balanza los distintos deseos de los individuos, investigando sus posibilidades en relación con el contexto y el entorno.
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