Más allá de la era progresista

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Política en la sala

“Nuevas formas críticas. Archipiélagos de resistencia” fue el título de la ponencia de Susana Mallo, quien hizo la apertura de la mesa en la Sala de Conferencias de la Facultad de Ciencias Sociales. La docente comenzó definiendo el término “populismo” como polifónico. “En los últimos tiempos han aparecido una serie de artículos donde el populismo tiene como significante la concepción de decadente, antidemocrática, entre otras”. Además explicó que cuando se habla de populismo se está ante una “intención diabólica”, según Deleuze, en la que algunos intelectuales hablan y niegan la categoría pueblo. “La política no es la creencia en verdades universales, ni tampoco es que el derecho es universal y ha quedado fijado, encerrado. Al contrario, lo que son los nuevos conflictos étnicos, religiosos e identitarios conforman una nueva situación mundial en la cual estamos inmersos”, agregó.

Según Mallo, la política es aceptar la coexistencia humana que está atravesada por el antagonismo, que es aceptar que siempre se está en situación de conflicto. “El conflicto no es malo, es el ser, el discutir, el conocer, el ser atravesado por ideas y simultáneamente poder aportar a soluciones o intento de soluciones”.

Al hablar de la figura de adversario, Mallo señaló que éste legitima su existencia, sabe tolerar ideas que no le pertenecen y es capaz de cuestionar su derecho a defenderlo. En cambio, el enemigo cuestiona las bases de la democracia. “En este capitalismo tardío, lo que se afianza es el fantasma del enemigo, que es aquel que produce razas y que además no entiende que razas y clases son la misma cosa al mismo tiempo”, sostuvo.

Por último, hizo referencia al título de su ponencia y explicó que los archipiélagos de lo que se le llama resistencia buscan visibilizarse ocupando espacios. La búsqueda de la visibilidad es luchar contra el poder que trata de ubicar a las personas en determinados lugares, utilizando la memoria. “Si intentamos no olvidar, en los archipiélagos surgen formas de resistencia que están directamente ligadas a la rehabilitación de los afectos, de las emociones, de las pasiones, en esa convergencia es lo que nosotros llamamos política”, sentenció.

Analizando al Frente Amplio

Martín Couto, diputado frenteamplista y maestrando en Estudios Contemporáneos en América Latina, realizó una ponencia sobre una serie de preocupaciones que ha ido plasmando en sucesivos ensayos, trabajos y análisis para su maestría. En alusión al término “populismo”, del que ya había hablado Mallo, y haciendo referencia al teórico político argentino Ernesto Laclau, dijo que se entiende como “una lógica particular de construcción de lo social”.

Por otro lado, realizó un análisis donde puso como ejemplo al kirchnerismo y enumeró las tareas que esa fuerza política realizó: luego del “que se vayan todos”, que el pueblo gritaba a los políticos en la crisis de 2001, el kirchnerismo se sirvió de esa expulsión condensada y la reforzó para quedar dentro del pueblo y enfrentado a los otros políticos (definidos como los que impulsaron el neoliberalismo, los que gobernaron en los noventa, la oligarquía, el golpismo y los antipueblo). Luego, el kirchnerismo se posicionó como alguien nuevo dentro del pueblo y adoptó demandas populares -alejándose de la institucionalidad que hasta 2003 no logró satisfacer esas demandas-. Por último, recreó y resignificó la cadena de significantes que definen al antagonista, para que esa definición permitiera la acción política del kirchnerismo, además de su construcción y reconstrucción de poder.

En el caso del kirchnerismo, según lo que dice Laclau, se apeló a “la forma más sencilla de construir un antagonista”, que “es asociarlo con quienes ocupan la institucionalidad, que además es la responsable de no satisfacer esas demandas”, afirmó Couto.

¿El Frente Amplio tiene la misma lógica de construcción del poder que el kirchnerismo? Para responder a esta pregunta tomó tres demandas: la despenalización del aborto, la legalización de la marihuana y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Couto explicó que las tres demandas fueron tramitadas por el Frente Amplio, pero no consiguió incorporarlas en la cadena de equivalencias que lograr que fueran parte del pueblo frenteamplista. Además, señaló que “ninguna de las tres le permitió construir o reconstruir poder porque no logró incorporarlas a su cadena equivalencial”.

Para finalizar, Couto se planteó lo siguiente: “El Frente Amplio no aplica la lógica populista de construcción de lo social, entonces la pregunta es: ¿cuál aplica?, si es que hay alguna”.

Soledad Pontet